El Presidente del Cabildo Insular de Tenerife, José Segura y Clavell, manisfetó que el "Cristo lagunero es camino certero para el amor" en la presentación del libro "El Santísimo Cristo de La Laguna y su Culto". Acto que corrió a cargo de Enrique Romeu Palazuelos, de cuyo autor dijo: " El gran servicio de Bonnet a La Laguna sigue siendo hoy válidos" El Obispo de la Diócesis de Tenerife, Damián Iguacen Borau, presidió el acto, el cual estuvo muy concurrido y profundamente odornado el salón de actos del Casino donde se celebró, no faltando en el decorado el milagroso velo del Cristo y el Pendón de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud.
Sobre la reedición de la obra, el presentador manisfestó que "no solo era necesaria sino también conveniente para el conociemiento de la historia de una imagen y de la de su relación con La Laguna que le dio su nombre". Las primeras palabras de Romeu Palazuelos fueron para manisfestar que "si la Biblia es la historia de los egipciós, filiesteos, hititas y babilónicos, este liebro del Cristo es la historia de La Laguna". Citando palabras de Elías Serra Rafols, apuntó que Buenaventura Bonnet y Reverón - autor del libro presentado - "ha sido uno de los mas destacados impulsores de la renovada actividad de los estudios históricos en Canarias".
La ocntribución de Bonnet a impulsar los mencionados estudios, se centra para Enrique Romeu en los siguientes aspectos: como autor extraordinaria fecundidad, como crítico de infexible exigencia y audacia y como entusiasta divulgador del pasado.
Mas adelante resaltó que las obras de Bonnet,"La Junta de Canarias" y "El Santísimo Cristo de La Laguna y su culto" se crearon "bajo los auspicios de la Real Sociedad Económica de Amigos del pais de Tenerife". Sobre la llegada de la Sagrada Imagen a La Laguna, el hizo constar que "en cualquier proceso histírico hay un nacimiento, la culminación y el desarrollo durante el cual el hecho desaparece o continúa con normalidad. Así ocurrió en la ocasión de la llegada de La Laguna de una ecultura con la efigie de Cristo en la Cruz. La Cruz estba en la conciencia de cada momento de los hombres de entonces. Era la vexilla regis el estandarte real que tremolaba, era la seguridad de que así amó Dios a los hombres que lesio a su único hijo".
La Intervención de José Segura Clavell.
Comenzó su disertación José Segura Clavell diciendo que, a su llegada a La Laguna en el año 1948, una de las cosas que más le impresionó fue la procesión del Cristo de La Laguna. "A partir de ese momento -dijo- emepecé a saber que significa ser lagunero y parendí a querer a La Laguna. a partir de entonces se ha acumulado en miser la ciudad".
La obra de "El Cristo de La Laguna y su culto" ha sido reeditada, en una lujosa edición por el aula de Cultura del Cabildo Insular de Tenerife, que " ha estado, está y estará en una linea de seriedad histórica y de encauzar neuveas inquietudes". A la Ciudad de La Laguna, el presidente del Cabildo dedicó las siguientes palabras: "Nuestra Ciudad cuna regional del saber y la cultura, ha dado mas que sobradas muestras de su voluntad y de su capacidad para continuar siendo el eje sobre el que ha de girar la concepción univeristaria de las Islas".
Para Segura Clavell la corporación insular no podía dejar pasar la oportunidad que significaba la reedición de este magnífico libro sobre el Cristo. lo cual no era "un gesto vacío simple, una concesión gratuita al oportunismo o al favor. Por el contrario , era una oportunidad incuestionable frente al cual, responsablemente, sólo cabía la iniciativa, a la que respondimos, consecuentemente, como cabe esperar a todos aquellos que se apasionan por la cultura y la historia de su propio pueblo".
Las últimas y bellas palabras de José Segura para el Crucificado moreno, en el que se postran los más fervidos sentimientos del pueblo lagunero, fueron las siguientes: "El Cristo lagunero encierra toda belleza estática e intemporal del sufrimiento. Un sufrimiento que se hace carne. Un sufrimiento que se hace denuncia exasperante, grito de angustias y de dolor, pero que conlleva a la esperanza o redención para el observador que, con curiosidad, se acerca a tal imagen, que es camino, en resumen, certero para el amor, amor en el que yo creo sin duda. El Cristo, por todo ello, me parece hermoso, profundamente hermoso en su dolor que enseña, adoctrina, conciencia, prepara y reivindica".