MUY NOBLE LEAL, FIEL Y DE ILUSTRE HISTORIA CIUDAD DE SAN CRISTOBAL DE LA LAGUNA

S.I. Catedral de Ntra. Sra. de los Remedios

El 1 de febrero de 1819 una bula papal aprobaba la división del obispado de Canarias en dos diócesis y el templo se convierte en catedral mediante bula del Papa Pío VII el 21 de diciembre de 1819, cuando se establece en La Laguna la nueva diócesis segregada de la Diócesis de Canarias, único obispado del archipiélago hasta ese momento. Por lo que a partir de entonces, se redujo la jurisdicción eclesiástica de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria, que era hasta ese momento la catedral de todo el archipiélago, a ser la catedral de la Diócesis Canariense-Rubicense que engloba la actual provincia oriental de Las Palmas (Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote). Mientras que la recién creada Catedral de Nuestra Señora de los Remedios en San Cristóbal de La Laguna, fue designada como catedral de la Diócesis Nivariense, englobando la actual provincia occidental de Santa Cruz de Tenerife (Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro).

En la obtención del título de catedral y de la creación de la Diócesis Nivariense tuvo un papel importante el presbítero lagunero Cristóbal Bencomo y Rodríguez, confesor del Rey Fernando VII y Arzobispo titular de Heraclea. Su tumba se encuentra actualmente en el presbiterio de la Catedral de La Laguna, al lado de la Epístola.

La fachada, neoclásica, data de 1820 y fue construida conforme a los planos de la Catedral de Pamplona, la estructura actual del templo se construye entre 1904 y 1915 y es de estilo neogótico. La catedral, construida con una estructura de hormigón, fue uno de los primeros edificios en España en que se utilizó este material que actualmente se usa extensivamente en todo tipo de edificios. Sin embargo, al ser pionera en este campo, la tecnología no estaba demasiado desarrollada, por lo que tenía numerosos defectos que han llevado a que se hayan tenido que acometer cuantiosas obras de reparación y mejora, dichas carencias se encuentran en la actualidad totalmente subsanadas tras la última gran restauración del templo.

En su interior destaca el púlpito de mármol italiano de Carrara tallado por Pasquale Bocciardo y, también parte del conjunto del Retablo de Mazuelos. Sobresalen además obras de gran valor de Cristóbal Hernández de Quintana, Luján Pérez y Fernando Estévez. La catedral posee tres amplias naves y una girola (elemento insólito en Canarias) que rodea al presbiterio o altar, resultado de la ampliación de la nave mayor. El altar está dominado por grandes vitrales verticales. Estos elementos confieren al interior de la catedral un estilo típicamente medieval europeo y no tanto colonial, como sin embargo sí ocurre en el exterior de la catedral. En el interior de la catedral se conservan las reliquias de los mártires; San Aurelio de Córdoba, San Faustino, San Venusto y San Amado de Nusco, además de un pedazo del manto de San Fernando y un hueso de Santiago el Menor. Pero las reliquias más destacadas del templo son las de los dos santos canarios, San Pedro de San José Betancur (el Hermano Pedro) y San José de Anchieta. Las imágenes históricamente más veneradas de la catedral junto a la Virgen de los Remedios, son: San Antonio de Padua y el Sagrado Corazón de Jesús.

El 5 de octubre de 1983, la Catedral de La Laguna fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional. En la actualidad, al ser una de las dos catedrales de las Islas Canarias, la Catedral de San Cristóbal de La Laguna es también considerada el principal edificio de culto católico de Canarias junto a la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria.

El Lienzo del Santísmo Cristo de La Laguna donado a la S.I. Catedral  por la Familia de Dª Concepción Miranda. Su autor es R. Rodriguez y realizado en junio de 1913. Se encuentra en la capilla de la Inmaculada Concepción.

Santísimo Cristo de los Remedios

Esta fina talla, realizada en madera policromada, se conserva en la Santa Iglesia Catedral, donde preside el Presbiterio sobre una peana de madera.

Representa esta talla un Cristo expirante, con extraordinarios detalles; una obra que como muchas de las que se encuentran en nuestro archipiélago, delata el influjo ejercido por el Cristo de La Laguna, por lo que debe considerarse realizada en la isla, bien por un escultor local o foráneo. Comenta el historiador Carlos Rodríguez Morales que esta imagen guarda relación con el Cristo de la Misericordia, que Rui Díaz tallará para la cofradía de la Vera Cruz de La Orotava en 1585, talla que también acusa la influencia del crucificado del convento franciscano. Algo que quizás se ve más claro, en esta obra de la iglesia lagunera, en el rostro y en el paño de pureza. Vemos en esta escultura un hermoso estudio anatómico y un gran realismo en su rostro y llagas. Un Cristo que se representa ya muerto, con la boca entreabierta y una espina, como en el Cristo del Rescate o en el de la Piedad, que asoma bajo su ceja derecha.

Los primeros datos documentales sobre el culto a la imagen aparecen en la primera mitad del siglo XVII; incluso el propio Rodríguez Moure, en su descripción sobre el retablo de Mazuelos, habla de que el Cristo ocupaba la hornacina superior del retablo, aunque es algo que no está del todo claro, porque no es normal que una pieza que ocupara un lugar tan destacado pasara posteriormente a estar en un lugar secundario dentro del templo. Y no será hasta el año 1654, gracias a la intervención del beneficiado Luis Parrado de León, a cuyas expensas fue realizado el retablo, obra del maestro Domingo Hernández, cuando el Cristo se traslade a su ubicación definitiva. Una capilla que va a servir para los enterramientos de los eclesiásticos que ejercían su ministerio en el templo. A partir de aquí debió fundarse la cofradía, integrada por los capellanes, aunque a pesar de ser una cofradía cerrada, la devoción a la imagen se extendió entre los fieles y también entre los seglares. Así, en 1670 el capitán Francisco Tomás de Franchy y su esposa Ana de Brier donaron por escritura pública la cruz y peana de plata con la cual procesiona el Cristo en la actualidad. A partir de 1721 su culto cobró un renovado impulso al fundarse, sobre la asociación de eclesiásticos preexistentes, una confraternidad que lo tenía por titular.

Parroquia Matriz de Ntra. Sra. de la Concepción

Óleo sobre lienzo del Santísimo Cristo de La Laguna. Atribuído a D. Cristóbal Hernández de Quintana del siglo XVIII. (254 x190 cm). Es un recuerdo histórico, pues con el quisieron los Condes del Valle de Salazar, perpetuar la memoria en el oratorio de sus casas condales, de haber alojado en ella en 23 de enero de 1713 a la Sta Imagen,  causa del retrato y lo que es mas al Stmo. Sacramento, verdadero original de la imagen y su retrato.

Este lienzo recordaba uno de los hechos mas distinguidos del país, fue donado en 1904, con motivo  de las fiestas jubilares de la Definición dogmatica de la Pureza de la Stma. Virgen, la Sra. Marquesa de Villanueva del prado y Acialcazar, doña María de la Concepción Salazar y Chirino, Viuda de Nava y Grimón

Tras un aluvión, se rescató la talla del Cristo de La Laguna en el siglo XVIII, sin daño alguno, del destrozado convento franciscano de San Miguel de Las Victorias, dicha inundación provocó que la residencia temporal de los religiosos se trasladase al Hospital de San Sebastián en tanto que la imagen del Cristo la trasladaron a las Casas Condales de Salazar. Esta familia quiso perpetuar en la memoria el acontecimiento con el encargo del cuadro. Concepción de Salazar donó a la iglesia este óleo en 1904. 

En el cuadro figura los siguientes escritos:

La Casa de Obededon que hospedó al Area Sagrada fue a grande honor sublimada por divina bendición: con quanta mayor razon de mas grave fundamento puede  prometerse aumento la Casa de Salazar; pues ha logrado hospedar al Agusto Sacramento

***

Día veynte y seis de Henero del año de septesientos y trese, los crecimientos de Aguas de un dilibio fiero, anegaron el terrrero del Convento Religiosso del Serafín amorosso,que para nuestra fortuna del Christo de la laguna es Relicario dichosso.

Por la grande inundación, a esta Casa conduçido de San Francisco traído fue en solemne proçeçion: Missa de dedicacion, con sonora melodia se canto, y en profeçia el evangelio anunçiaba: que Dios la salud obraba para esta Casa aquel dia.

***

Oy en tu Casa el estar me conviene, dixo Christo, y en esta Casa se ha visto este favor singular: y si  alli fue a remediar de Zacheo arrepentido las perdidas, aqui ha çido yqual su intento amoroso; pues vino a salvar piadoso todo lo que era perdido.

Convento de San Juan Bautista (MM. Clarisas)

El Convento de Santa Clara de Asís y de San Juan Bautista es un conventofranciscano situado en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna en la isla de Tenerife (Islas Canarias, España). Originalmente fue fundado con el nombre de San Juan Bautista en el año 1547 y fue el primer convento femenino que hubo en Canarias. 

La inexistencia en las islas de un convento femenino que acogiese a jóvenes que quisieran seguir la vida contemplativa, fue la razón que motivó la fundación de este convento cuando apenas habían transcurrido unas décadas desde la incorporación del Archipiélago Canario a la Corona de Castilla. 

Así fue como en 1547 y por disposición testamentaria de Alonso Fernández de Lugo, Comendador de la Orden de Cristo de Portugal y pariente del Adelantado de Canarias, arribaron a Tenerife diez religiosas procedentes de los monasterios de Baeza y Sanlúcar de Barrameda, entre las cuales se encontraban al menos tres tinerfeñas. 

La celeridad de su llegada y la ausencia de un edificio apropiado para la clausura hizo que ocuparan en esta ciudad, el cercano convento de San Miguel de las Victorias (hoy Real Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna), de frailes franciscanos, siguiendo así los deseos de su promotor. Debieron pasar treinta años antes de que la Comunidad encontrase su ubicación definitiva; así fue como un nuevo benefactor, Olalla Fonte del Castillo, quien deseando que tres de sus hijas ingresaran en la Orden, ofreció sus casas para que se instalara la comunidad a cambio de acogerlas entre sus novicias. 

A partir de entonces, el crecimiento del convento solo se vio frenado por dos hechos dramáticos que pudieron truncar su devenir histórico, el incendio que sufrió el edificio a principios del verano de 1697 y la Desamortización de bienes del clero regular en 1836, pero la merma patrimonial que todo ello supuso no impidió la permanencia de las MM. Clarisas en San Cristóbal de La Laguna. 

En 1978, el convento fue declarado Bien de Interés Cultural de Canarias (BIC), en la categoría de Monumento. 

Tras la restauración acometida por el Ministerio de Fomento, Gobierno de Canarias, Cabildo Insular de Tenerife y la propia Comunidad, desde 2013 una parte importante del convento sirve de sede al Museo de Santa Clara de Asís para que gran parte de los bienes más preciados que posee pueda ser observado por el gran público. De las nueve salas que lo formarán en un futuro cercano, ahora se abren tres.

En este Convento se puede observar los siguientes óleos:

  1. Óleos sobre lienzo del Stmo. Cristo de La Laguna, Anónimo del Siglo XVIII.
  2. La cena de S. Francisco y Sta. Clara. Óleo sobre lienzo del Stmo. Cristo de La Laguna, Anónimo del Siglo XVIII.
  3. Óleo sobre lienzo del Stmo. Cristo de La Laguna,Retablo Mayor de la Iglesia del Convento.
  4. Oleo sobre tabla del Stmo. Cristo de La Laguna del Siglo XVIII.

- Primitiva Cruz del Stmo. Cristo de La Laguna

Se cobija la cruz de madera en la que vino la Imagen del Stmo. Cristo de La Laguna . Esto dio lugar a que los devotos de la imagen extrajeran trocitos de sus extremos. En 1724 fue colocada en la sacristía del convento y tenía un tamaño inferior al original.Fue cuando se pinto el retrato del Señor en la Cruz al óleo, atribuido a D. Cristóbal Hernandez de Quintana, con cartela inferior del mismo autor aparece una leyenda escrita dentro de un óvalo que dice lo siguiente:

"Esta es la Santa Cruz en que vino la milagrosa Imagen del Sántisimo Cristo de La Laguna, que según la tradición ay mas de 214 años que todo ha sido por modos milagroso y lo que hoy falta a esta cruz a la medida  de las manos  y pies del Señor lo ha desmembrado la antigua devoción de los fieles devotos: por aver obrado su  Magestad por este Santo Madero y Santa Imagen del Santo Xripsto de La Laguna innumerables milagros que ha hecho y esta hasiendo, se coloco en este nicho en 25 de julio año del Señor de 1724".

Solamente este escrito es el que contenía la Cruz, pero hoy admiramos en élla, grabada, la Imagen del Cristo de La Laguna con toda perfección y detalle, en un tamaño algo más pequeño, y es tradición que mientras una religiosa, Sierva de Dios, iba limpiando la Cruz con zumo de cebolla, iba viendo destacarse cada vez más una Imagen del Señor Crucificado y cuando la hubo limpiado totalmente pudo reconocer en élla la verdadera imagen del milagroso Cristo de La Laguna.

Las veces que ha sido llevado el Santísimo Cristo de La Laguna al Convento  de Santa Clara por sequías habidas en las Islas es colocado en el coro bajo sobre la expresada Cruz.

Una antigua tradición señala que la primitiva Cruz del Cristo de La Laguna es la que ahora se conserva en el Monasterio de Santa Clara, a donde pudo llegar tras el Incendio que en 1810 destruyó el Convento de San Miguel de las Victorias. El texto contenido en una cartela situada a sus pies aclara, entre otras circunstancias, que su tamaño es inferior al que tenía en un primer momento, pues «lo que ay falta a esta Cruz a la medida de las manos y pies del Señor lo ha desmembrado la antigua deuoción de los fieles», que atribuían a sus fragmentos cualidades milagrosas al haber estado en contacto continuado con la escultura del Cristo. Lo mismo sucedió, por ejemplo, Con los clavos que tuvo la efigie hasta 1609, con unas cruces pequeñas hechas con madera de la diadema, con el aceite de sus lámparas y con sus velos.

Para proteger la cruz y evitar que se le siguieran extrayendo trocitos en 1724 fue colocada en un altar en la sacristía del convento franciscano, bajo sitial, flanqueda por las imágenes de la Virgen de la Soledad y san Juan Evangelista. Fue en ese momento cuando se pintó en ella un retrato del Crucificado, completándose así un Calvario. Esta representación del también conocido como Señor de La Laguna fue, a nuestro juicio, encargada al pintor Cristóbal Hernández de  Quintana, que contaba entonces con 73 años, edad muy avanzada para la época que, no obstante, le permitía seguir trabajando con destreza. El proyecto fue costeado por fray Pedro de la Concepción, relígioso que tuvo a su cargo la obra del actual retablo mayor del monasterio de hermanas clarisas, pues carecía de uno desde que el anterior quedó destruido por un incendio en 1697. El segundo cuerpo del nuevo retablo está presidido por otro retrato del Cristo, en este caso un óleo sobre lienzo que lo muestra como sigue saliendo en procesión en sus fiestas de septiembre, en su peana y clavado en su segunda cruz de plata, bajo dosel. Tanto esta pintura como las de san Miguel y san Rafael que lo flanquean y la Trinidad situada en el ático deben ser también tiras de Quintana, hacia 1722.

El mencionado texto recoge, asimismo, la tradición de que la efigie está en La Laguna desde «más de 214 años» atrás. Esto los sitúa en una fecha anterior a 1510, lo que no coincide con otras versiones. En cualquier caso, subraya las dudas y el misterío todavía referidos a las circunstancias —cuándo, desde dónde, cómo, por iniciativa de quién— en las que llegó a la isla esta efigie, cuya devoción se extendió a partir de los años setenta del siglo XVI. En 1659 recibió un importante impulso al fundarse una elitista esclavitud formada por treinta y tres caballeros que asumió desde entonces el culto de tan venerada imagen. Las numerosas pinturasque, como esta, representan al Cristo a modo de vera efigie o verdadero retrato dan la medida de su éxito entre los isleños y particularmente en este monasterio de monjas franciscanas, donde se conservan varios.  Carlos Rodriguez Morales 2003 Pag 72-74

Ex-Convento de Santo Domingo de Guzmán

La talla, fue elaborada en madera policromada, mide unos 67 centímetros. Colocada en el antiguo convento de Santo Domingo. Autor anónimo, se adjudica a la escuela canaria. Fechada en torno a 1700, la talla de madera está muy bien conservada aunque presenta algunos pequeños signos de deterioro debido al paso del tiempo. La cruz que está sosteniendo a la imagen del Santísimo Cristo no es la original sino que se tuvo que cambiar con el tiempo. Esta pequeña escultura aparece en el libro Antigüedades de Garachico, de Pedro Tarquis y Rodríguez, en 1974. En este libro, aunque no se habla de la réplica del Cristo de La Laguna, sí aparece una fotografía de la talla.

 

Hogar Stmo Cristo de La Laguna de Hermanitas de los Ancianos Desamparados 

  1. - Oleo del Santísimo Cristo de La Laguna, Autor Miguel Rocha.Donado al Asilo por el Grupo "Amigo de los mayores" el 13 de enero.de 2002.  .

Pontificia, Real y Vble. Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna.

Museo

  1. - El Cristo de La Laguna y San Francisco de Asís. Oleo sobre tabla del siglo XVIII.
  2. - Oleo sobre lienzo del Stmo. Cristo de La Laguna de Miguel Rocha. 1997.

Sala de Juntas de la P.R. Vble. Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna.

  1. - Óleo  sobre lienzo del Santísimo Cristo de La Laguna. Autor, Jose Vicente de Buergo y Oráa.

Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna

Réplica del Cristo de La Laguna.Procedente de la colección particular de la familia Cabeza, en Garachico, es actualmente propiedad del Ayuntamiento de La Laguna tras la compra efectuada en el año 2009.

En el pleno celebrado el pasado9 de julio en el Ayuntamiento de La Laguna se aprobó una modificación presupuestaria por valor de 70.000 euros para que el consistorio pueda adquirir una réplica del Santísimo Cristo de La Laguna.

Con la aprobación de esta moción, la corporación local pudo iniciar el expediente que le va a permitir adquirir la valorada réplica. La talla, que fue elaborada en madera policromada, mide unos 67 centímetros. Además, el Ayuntamiento de La Laguna ya adelantó en dicho pleno que la imagen será colocada en el antiguo convento de Santo Domingo.

Aunque se desconoce quién pudo ser el autor de la imagen, que ha sido adquirida por la corporación a un particular, se adjudica a la escuela canaria. A pesar de estar fechada en torno a 1700, la talla de madera está muy bien conservada      aunque presenta algunos pequeños signos de deterioro debido al paso del tiempo.

Otra de las características de esta adquisición es que la cruz que está sosteniendo a la imagen del Santísimo Cristo no es la original sino que se tuvo que cambiar con el tiempo. A pesar de esto, la talla de madera sigue teniendo importancia.

Una de las referencias que existen de esta pequeña escultura aparece en el libro Antigüedades de Garachico, de Pedro Tarquis y Rodríguez, en 1974. En este libro, aunque no se habla de la réplica del Cristo de La Laguna, sí aparece una fotografía de la talla.

Sobre la adquisición de la imagen de madera policromada, la concejal de Patrimonio Histórico en el Ayuntamiento de La Laguna, Cruci Díaz, explicó que "se ha tenido que buscar la partida presupuestaria por lo que, para adquirirla, se tuvo que hacer dicha modificación del presupuesto municipal". Asimismo, la concejal recalcó que "esta réplica del Santísimo Cristo de La Laguna es muy importante para la ciudad, por eso hemos hecho todos los trámites que permitirán su adquisición".

HARIDIAN DEL PINO | LA LAGUNA. LA OPINIÓN DE TENERIFE 19 DE OCTUBRE DE 2009

Instituto Cabrera Pinto

Probablemente refectorio en la época conventual, esta sala fue Aula Magna de la Universidad y, desde 1846 hasta la actualidad, Salón de Actos Noble del Instituto. Decorada con estilo decimonónico, alberga parte de la colección pictórica cedida por el Museo del Prado a raíz de la visita de Alfonso XIII al Instituto. En el Salón de Actos han tenido lugar no sólo los solemnes actos de apertura de curso que se siguen celebrando cada año desde 1846, sino además numerosas conferencias, conmemoraciones, y otros actos celebrados por diversas instituciones culturales y organismos públicos, como la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, la Universidad de La Laguna o el propio Ayuntamiento. Acorde con su propia estética, pero también con la impronta otorgada por las notables y regias visitas que ha recibido a lo largo de su historia, este Salón encierra un encanto que reviste los actos que se desarrollan en el mismo, al tiempo que resulta el máximo exponente de la participación del Instituto en la actividad cultural y académica de la ciudad.En este Salón Noble preside una imagen del Stmo. Cristo de La Laguna, en principio de autor desconocido, que se encuentra bajo dosel.

 

Consejo Consultivo de Canarias

Es el supremo órgano consultivo de la Comunidad Autónoma de Canarias, con el mismo rango que el Diputado del Común. Es una institución independiente de los restantes poderes, instituciones u organismos de la Comunidad, ejerciendo sus funciones con autonomía. Su actuación excluye la intervención de cualquier otro organismo consultivo autonómico o estatal, y tras la emisión de su dictamen no puede intervenir en el procedimiento ninguna otra institución o cargo. La sede del Consejo se encuentra en la Casa Montañés, ubicada en la calle San Agustín (San Cristóbal de la Laguna).

La sede se sitúa en la Casa Montañés, un inmueble situado en San Cristóbal de La Laguna. Su nombre deriva de la familia de Don Francisco Gabriel Montañés del Castillo y Machado, sargento mayor de caballería. El edificio fue adquirido por la Comunidad Autónoma de Canarias en 1985, y destinado desde 1986 a sede del Consejo.

Esta edificación del siglo XVIII de estilo tradicional canario consta de dos plantas, paredes de piedra y barro, encaladas de entramados horizontales, con techos y galerías del patio en madera de tea. En el dintel de su portada luce el escudo de armas de los Montañés; traspasada la puerta principal, el zaguán comunica con un primer patio interior, en cuyo centro está situada una fuente de piedra. Las habitaciones de esta parte constituían antiguamente las estancias principales, mientras que en el patio posterior se ubicaban las dependencias del servicio. El inmueble está decorado con pinturas murales de reciente creación; obras de finales del XIX como las de Marcelino Oraá y Cólogan; así como lámparas, consolas, espejos y otro mobiliario original del mismo.

En la Casa Montañés hay otra pintura de este tipo que representa al Cristo de La Laguna en su paso procesional. Este pequeño cuadro no figura en el inventario de 1762 por lo que, o bien se añadió con posterioridad al patrimonio de la casa o procede de alguno de los sucesivos propietarios del inmueble. El Crucifijo del antiguo Convento franciscano de San Miguel de las Victorias es, como se sabe, la imagen de Jesucristo más venerada en la ciudad y en la Isla, cuya pujanza devocional arraigada en el siglo XVI se mantiene todavía hoy. De hecho, esta vera efigie lo presenta con algunas de las alhajas de plata —cruz y peana— incorporadas a su ajuar en el último tercio del siglo XVII, durante una de los etapas más brillantes de su culto, tras la fundación en 1659 de su esclavitud formada por 33 caballeros.
Corresponde este retrato a una ocasión excepcional, pues durante el año el Cristo permanecía clavado en la cruz de plata que conserva en su hornacina, realizada en 1630 por el platero Antonio de Alpoin25, y en Semana Santa salía a la calle, como ahora, en una cruz de madera. Pero tanto durante las fiestas de septiembre como con motivo de alguna celebración extraordinaria —rogativas, funciones de acción de gracias, visitas de la Virgen de Candelaria— se utilizarían estas piezas de madera recubiertas de chapas de plata repujada. Ambas fueron realizadas por el platero Juan Roberto Zambrana, natural de Telde; la peana —diseñada por Cristóbal Hernández de Quintana— en 1684 y la cruz algo después, aunque quizá ese mismo año26. Esto proporciona un indicio para datar la pintura en torno a 1700.

VILLA DE CANDELARIA

Basílica menor de Ntra. Sra. de Candelaria

-Cristo de La Laguna, óleo sobre lienzo. 1988 Autor: Juan Ruano (Santa Cruz de Tenerife, 23 de abril de 1923-15 enero 2004). Ubicación: a los pies de la basílica, lado de la Epístola.

Juan Ruano, el pintor del mar tinerfeño, nacido en el Monturrio (hoy barrio Duggi), centró su probada sensibilidad y capacidad en cuatro facetas muy importantes para él en la vida; su familia, el deporte (en concreto el atletismo y el fútbol), la pintura y la docencia de la educación física.

Romántico empedernido, amable anfitrión, honesto, sencillo, generoso y un magnífico marinista, entre otros calificativos, enmarcan algunos aspectos de su personalidad, llena del vigor y la fuerza de voluntad que heredó de su época de buen atleta.

Juan Ruano siempre se caracterizó por ser un trabajador constante, ayudado por la música clásica que siempre envolvía el ambiente en el que desarrollaba su trabajo. Todos los días pintaba, muchas horas, inspirándose en el cúmulo de recuerdos de las playas y calas de la Isla que visitó a lo largo de muchas décadas, junto a su fiel perro Peter.

Durante los últimos doce años Juan Ruano se dedicó a investigar y experimentar diferentes colores que definieron cada una de las series de marinas presentadas en Navidad, esmeralda, gris, púrpura, plata, dorada... Aquellas tonalidades definían la paleta que iba a utilizar en sus creaciones, casi siempre escenas de la costa, en estado salvaje, sin "notarse" la irrupción de la mano del hombre. Él siempre evitaba la presencia humana en sus marinas, salvo raras excepciones en las que incluía una barca varada en la playa. También pintó escenas nocturnas y de alta mar, además de amaneceres y atardeceres, con su peculiar luz, la réplica de las nubes en el mar, la transparencia del agua que acaricia la arena y las rocas de la costa, el movimiento de las olas, su clímax.

Él se declaraba defensor a ultranza del medio ambiente, de la costa tinerfeña que conoció y disfrutó, recuerdos de los que quería hacer partícipe a los demás a través de sus pinturas. También era una persona amante de las tradiciones canarias y del paisaje canario, como las romerías, que pintó repletas de personajes, además de ser profundamente religioso, motivo por el que dedicó algunos de sus cuadros al Cristo de La Laguna, depositado en la Basílica de Candelaria, o los últimos que consagró al Hermano Pedro, a Judas Tadeo y a Sor María de Jesús.

Ruano fue el autor del diseño de la escultura del Chicharro, en santa Cruz de Tenerife.

CIUDAD DEL PUERTO DE LA CRUZ

Parroquia de Ntra. Sra. de la Peña

Capilla y antiguo retablo de San Patricio Patrón de los Irlandeses: Ambos de incalculable valor, pues se trata de la única capilla con artesonado mudéjar, y su retablo es el más antiguo de la parroquia y uno de los más bellos. Mandados construir por el Irlandés Bernard Walsh Carew y su hermano Patrick donde figura el sepulcro familiar. El retablo consta de dos cuerpos, ático y tres calles, con hornacinas en el primer cuerpo de la izquierda dedicadas a Santa Rita de Casia, en la central, la Inmaculada Concepción y en el de la derecha San Agustín. Debajo de la Inmaculada Concepción esta la Imagen de San Patricio, de incalculable valor histórico. El resto del retablo está ocupado por cuatro lienzos, uno de los cuales muestra una representación del Stmo. Cristo de La Laguna, todos ellos de escuela Canaria del siglo XVIII. La Capilla antigua dedicada a San Patricio estaba al cuidado de la influyente colonia irlandesa.

Es este retablo uno de los mas antiguos de la parroqula,posiblemente de fines del XVII, y tamblén de los más bellos ornamentados. También la capilla és la más rica del templo,techumbre al estilo mudéjar y con el piso sobre el que asienta la mesa
del altar con taraceas de mármol y piedras de colores. Esta hermosa capilla, la de los Irlandeses, fue con posteroridad, a partir de principios del XX, la capilla del Santísimo y su nicho central fue ocupado por una talla de vestir de la Inmaculada Concepción. A ambos lados, sobre cajones decorados muy posteriores, se halla Santa Rita de Casia y San Patricio, también de principlos del XX

El segundo cuerpo y ático están ocupados por lienzos de gran valor artístico, sobre todo el central que describe el Descendimiento. A ambos lados se encuentra una Aparición de la Virgen y el Niño a Santa Rosalía de Palermo y una Inmaculada Concepción, obras todas ellas muy populares en el barroco. En el ático, y bajo la corona y escudo de Irlanda, se encuentra un cuadro con la imagen del Cristo de La Laguna. El sagrario y la mesa de altar son añadidos posteriores de la misma fecha de su remodelación, primeros años del XX o últimos del XIX.
 

DESCRIPCION:
Es un retablo muy barroco en su decoración pero en el que predominan claramente sus líneas rectas. Columnas salomónicas o torneadas, separan las calles en el primer y segundo cuerpo Pilastras acajonadas enmarcan el ático y soportan el remate. Este retablo caracteriza su barroquismo en la profusa decoración de elementos vegetales que no deja apenas espacio libre de ellos que no ocupen motivos pictóricos similares. En los antepechos del zócalo encuentra el escudo nobiliario de la familia Walsh o Valots, de origen irlandés, que donaron este retablo a la parroquia. 

MUY NOBLE LEAL Y VILLA DE LA OROTAVA

Parroquia Matriz de Ntra. Sra. de la Concepción

Museo de Arte Sacro de la Parroquia Matriz de Ntra Sra. de la Concepción

Feliciano de Abreu (1655-1708) fue dísicpulo conocido de Quevedo. Trabajó en la Parroquia Matriz de Ntra. Sra. de la Concepción en 1680 y 1708, cuando aderezó un cuadro de la sacristía. De su pincel se conserva en el Tesoro un Crucificado pintado sobre la denominada Cruz Verde, perteneciente a la cofradía de la Misericordia , realizada antes de 1673 y usada tradicionalmente en el momento de la adoración de la cruz y que es su unica obra autentificada. Aunque pertenecía a esta cofradía, cuya imagen titular es el magnifico Cristo que tallara Ruiz Díaz de Argumedo en 1586, resulta curioso que Abreu no copiase esta escultura sino que hiciese una unión entre ella, el Cristo de La Laguna y el Calvario de la Iglesia de San Juan. En cualquier caso, sólo podemos ver el buen hacer del pintor, obligado a imitar la obra original, aunque afortunadamente para nosotros incluyó una frase en el travesaño, a la que añadió su nombre.  

Entre los retratos subsistentes del Cristo de La Laguna, uno de los vecinos más distinguidos de la ciudad que le dio nombre, esta cruz pintada es pieza de interés por varios motivos. La talla recreada, el uso que tuvo y lo derivado de sus inscripciones textuales generaron equívocos interpretativos desde fecha temprana. La representación de la escultura lagunera no es fiel en su totalidad, porque, si parece indudable en la cabeza y el sóleo que la corona, el cuerpo copia un modelo de ascendencia flamenca que tuvo amplia difusión durante el siglo XVII. En esta imagen concreta, el pintor Feliciano de Abreu (…1655-1708), su autor, reproduce la figura central de un grabado del Calvario debido a Johannes Sadeler I (1550-1600) que Gaspar de Quevedo (1616-1670…) y artistas próximos llevaron de modo fiel a sus lienzos. Además de ser obra firmada y la única conservada hasta ahora de dicho maestro, sirve también para conocer usos litúrgicos a los que estuvieron sometidas piezas análogas

Parroquia de San Agustín

 Óleo del Santísimo  Cristo de La Laguna. Atribuido a Gaspar de Quevedo (1616-1670...). La Orotava, anterior a 1675 Inglesia de san Agustín, en la capilla de Ntra. Sra. del Carmen coronando el retablo.

La pintura que nos ocupa, no estudiada hasta ahora, puede considerarse como una de las veras efigies o verdaderos retratos más interesantes que subsisten del crucificado lagunero. Así lo previenen la cronología que le suponemos, su empleo  como pieza para decorar un retablo y, sobre todo, el caracter mimético que manifiesta la representación en si misma. La documentación investigada no ha relevado su procedencia ni la cronología aproximada en que pudo pintarse, pero, a tenor de noticias posteriores, deducimos que formó parte del retablo que presidía la iglesia del monasterio de San José hasta 1868. Es probable que la arquitectura lignaria donde se inserta fuera seccionada y reinterpretada en los volúmenes para su ensamble definitivo en el templo de San Agustín, por que entre otras circunstancias, no coincide con los relatos inventariados allí en 1792 y 1835.

En un último artículo sugerimos que, como las representaciones de San Ildefonso, San Esteban y San Francisco de Paula que exhibe el segundo cuerpo, la efigie del Cristo puede tratarse de una obra realizada por Gaspar de Quevedo o sus discípulos mas cercanos, quiene atendían loes encargos pictóricos de mayor notariedad que se produjeron en la Orotava del siglo XVII. Además la datación que le asignamos anterior a 1675 sería coetanea al ajuste y a la hechura del propio retablo, cuyos rasgos estéticos, tampoco estudiados de forma adecuada, lo vinculan con artíficies de La Palma que trabajaron en tiempos de Antonio de Orbarán (1630-1671).

El valor de la figuración estal que nos ayuda a conocer la apariencia de los retratos seincentistas de una efigie tan venerada dentro y fuera de Tenerife, puesto que muschas reproducciones suyas datan del siglo XVIII. Además, invita a especular sobre la dedicación de Quevedo  y los continuadores de su arte el retrato piadoso, apenas sugerida y conocida. Al margen de ello, la obra manifiesta calidad y una dependencia clara respecto al modelo escultórico, adornado con alhajas contemporáneas. Prueba de ese hecho es la fidelidad con que llegan a recrearse el dosel, los clavos, el soleo y, muy especialmente, la primera cruz de plata que tuvo el Señor, identificable con la contratada por Antonio ALpoin en 1630.

Biblografía esencial: Lorenzo Lima (en prensa). Extracto del libro Seraphicum Splendor, el legado franciscano en La Orotava.

Este hermoso templo fue la iglesia del ex-convento de Nuestra Señora de Gracia. El convento fue edificado -según Viera- por Fray Baltasar de Molina. Se comenzó a construir en 1671 sobre los terrenos de la antigua ermita de San Roque. Es de tres naves, con cubierta de inspiración mudéjar, y de planta basilical, mostrando en el exterior una triple portada de doble cuerpo.

La parte central, de marcado estilo barroco, está decorada con capiteles corintios con hojas de palma. En su interior, el artesonado del crucero muestra un excelente alto relieve estofado y policromado de Nuestra Señora de Gracia. También dispone de un interesante coro alto y presenta seis bellos retablos que sobresalen por su barroquismo, así como por las piezas escultóricas que albergan. La portada del ex-convento de Nuestra Señora de Gracia, de tres cuerpos en piedra, forma ángulo recto con el frontal de este templo.

En el segundo nivel de la portada destacan el artístico tallado de la madera y los dos relieves que representan a Nuestra Señora de Gracia y a San Agustín. En la actualidad es sede del Centro Cultural San Agustín.

CIUDAD DE TACORONTE

Parroquia de San Juan Bautista

Pertenece al primer tercio del s. XVII. Tiene ciertos rasgos semejantes al Cristo de La Laguna, por lo que debe atribuírsele a algún maestro local. Este debe ser el primer Cristo existente en el Retablo de su advocación en la parroquia de Santa Catalina, en el mismo municipio.

La parroquia de san Juan Bautista tiene planta rectangular (mide 14 x 5’5 m.), de una sola nave con capilla mayor y sacristía a la izquierda, prolongada hacia poniente. La capilla mayor se abre con arco carpanel apoyado sobre pilastras, todo en madera. Los muros son de mampostería totalmente encalados y  reforzados con sillares en las esquinas. Dos puertas,  una por poniente y otra en la fachada principal, comunican con el exterior. La cubierta de la nave es de parhilera, a dos aguas, mientras que la dela capilla mayor es ochavada con lacería en el almizate y las esquinas. La fachada es de raigambre popular, con arco de medio punto de cantería a la entrada, y un campanario de cuatro vanos  sobre la esquina derecha del frente. Situamos la construcción en 1630, cuando se levanta una ermita en honor a dicho santo en la Haciendo de los Príncipes u cuya dotación corrió a cargo del capitán Agustín de Mesa. En la primera mitad del s. XVIII, la ermita fue pasto de las llamas, por lo que fue demolida en 1740 por orden de D. Joseph López de Ossava, presbítero de la Fábrica de la Hermandad de San Juan, y se reconstruye desde los cimientos.

CIUDAD DE GÜIMAR

Parroquia de San Juan

La Ermita de San Juan tiene su origen en la primera mitad del siglo XVI.Está vinculada al Ingenio azucarero fundado por los italianos Juan Felipe y Blasino de Inglesco. Hacia 1530, tomó sus riendas el capataz Diego de Cañamares, quien es posible que iniciara la construcción del templo. Esta antigua edificación sufrió las inclemencias del tiempo, de manera que a principios del S. XVIII se hallaba casi en ruinas. Acomete su restauración Don Luis Tomas Baulén y Fonseca, perteneciente a familias laguneras. Es por ello que en el retablo mayor de la actual ermita vemos sendos cuadros con representaciones de imégenes de gran devoción en La Laguna; La Virgen de Los Remedios y el Cristo de La Laguna. Anónimos.

MUY HONORABLE VILLA DE BUENAVISTA DEL NORTE

Parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios

El Cristo de La Laguna entre San Francisco y Santo Domingo. Ático del retablo de la nave del Evangelio de la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios en Buenavista del Norte. Desaparecido en el incendio de 1996. Anónimo  Canario del siglo XVII. Actualmente se ha hecho una nueva réplica y se ha colocado en la misma ubicación que el anterior lienzo.

 

 

 

VILLA DE LA MATANZA DE ACENTEJO

Ermita de San Antonio Abad

En esta ermita, una de las más antiguas de Tenerife, descansa una imagen de San Antonio de la que se cree que fue la primera en llegar a la isla tras la conquista. La ermita se construyó bajo la orden del primer escribano de La Laguna y del Cabildo, Antón Vallejo: éste había hecho la promesa de construir una ermita en este municipio si sobrevivía a la batalla de La Matanza. Su aspecto actual se debe también a las reformas y ampliaciones que sufrió en 1881 y en 1982. Cabe destacar que una de las romerías más tradicionales de la isla está dedicada a San Antonio Abad y parte de su antigua ermita.

 

 

GUÍA DE ISORA

Parroquia de Ntra. Sra. de la Luz

La réplica del Stmo. Cristo de La Laguna se conserva actualmente en la Parroquia de Ntra. Sra. de Luz en Guía de Isora. Sustituye a un Cristo de altar más pequeño que exisitía en 1956 (año de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Luz) Ambas imágenes (la antigua y la actual) ocupaban el manifestador del retablo mayor de dicha Parroquia.

La Parroquia de Ntra Sra. de la Luz

Se trata del primer edificio religioso que se construyó en Guía de Isora, en XVI. Consta de tres naves que mantienen el aspecto de una iglesia tradicional canaria con cubiertas de madera y piso de piedra de cantería. En esta iglesia se encuentran diversos retablos, pinturas e imágenes de gran valor artístico y patrimonial.

 

 

VILLA DE LA VICTORIA DE ACENTEJO

Parroquia de Ntra. Sra. de la Encarnación

Este templo, edificado en 1537 por deseo de Alonso Fernández de Lugo, es considerado Bien de Interés Cultural. Alberga un artesonado de estilo mudéjar profusamente decorado y una imagen de Nuestra Señora de los Ángeles perteneciente a la escuela italiana de finales del siglo XVI y otras obras de arte y orfebrería anteriores a 1800. El pino centenario ubicado en la parte trasera del templo fue testigo de la batalla que dio nombre al municipio, y se convirtió en el primer campanario de esta parroquia en la primera misa oficial tras la victoria de los conquistadores.