TIPOS DE CANTOS LITÚRGICOS
Los salmos son los poemas religiosos compuestos, bajo la inspiración de Dios, por David y por otros escritores hebreos. Se contienen en el Libro de los Salmos. Habían tomado carácter litúrgico en el templo y en las sinagogas, y fueron incorporados al cristianismo desde los primeros tiempos, pues como el mismo Jesús dijo, todos se refieren a él.
El cántico es un poema religioso que se encuentra en la Biblia, pero en un libro distinto al de los Salmos. Los hay en el Antiguo Testamento (los de Moisés, Isaías, Jeremías, el de los tres jóvenes, etc.) en los Evangelios (Zacarías, Simeón, Magnificat), en las Cartas de San Pablo y en el Apocalipsis.
Cantar un salmo o un cántico es salmodiar. Hay tres formas de hacerlo. La primera es la salmodia responsorial, en donde la ejecuta un solista y, en determinados momentos, todos responden con una breve aclamación. La segunda es la salmodia antifónica, en la que dos coros cantan alternadamente: el primero canta el salmo o el cántico original, y a continuación el segundo una antífona, antes, entre o después del salmo original. Y la salmodia directa, en la que el salmo o el cántico completo se canta continuamente sin adición de nuevos textos.
El himno es un canto o texto lírico que expresa sentimientos positivos, de alegría y celebración. Desde los orígenes de la Iglesia se incorporaron los himnos, como indica San Pablo (Col 3,16; Eph 5,19).
Un tipo de himno es la secuencia. Las secuencias surgieron alrededor del año 850, cuando se añade su texto al melisma final del Aleluya, pero después se independizaron de éste. En la Edad Media aparecieron muchas, pero el Concilio de Trento las eliminó salvo cinco: el Victimae paschali laudes (para Pascua y su octava), el Veni, Sancte Spiritus (para Pentecostés), el Lauda Sion Salvatorem (para Corpus), el Stabat Mater (para la fiesta de la Dolorosa) y el Dies irae (para las Misas de réquiem). La reforma litúrgica posterior al Concilio Vaticano II abolió el Dies irae, y se incorporaron textos en lenguas vernáculas que sustituyen a los originales latinos, con el objeto de que rimen en cada lengua.
San Pablo recomienda a los primeros cristianos recitar “salmos, himnos y cánticos espirituales” (Ef 5:18-19 y Col 3:16)
Las antífonas (en griego, voz que responde) son versos, generalmente cortos y sencillas. Surgieron para preceder y anunciar los salmos de la Liturgia de las Horas. De ahí pasaron a la Misa, para introducir y acompañar algún rito, como la de entrada, el de ofertorio y de la comunión. Después se añadieron al final de cada salmo de la Liturgia de las Horas, y al final de la última hora canónica, la de completas.
Las antífonas pueden ser a) salmódicas, si derivan de un salmo; b) evangélicas, cuando reproducen versículos del Evangelio; c) bíblicas, cuando se extraen de libros sagrados distintos a los Salmos o a los Evangelios; d) históricas, si proceden de las actas de los mártires; o e) eclesiásticas, que son de inspiración poética particular, que generalmente son autónomas de los salmos.
LOS PROPIOS DE LA MISA: EL GRADUAL ROMANO
En la Misa hay unas partes que no cambian, denominadas ordinario, y unas partes que cambian cada día de acuerdo al calendario litúrgico, llamadas propio.
Las partes del propio que cantan todos o algún fiel se musicalizaron y se compilaron en un libro llamado Gradual Romano (Graduale Romanum).
En el Gradual Romano se encuentran la musicalización del propio del tiempo, del propio de los santos, de las Misas rituales, votivas y por diversas necesidades, en latín. Para cada celebración se contiene el canto de entrada (introito), el salmo (gradual), la aclamación al Evangelio (aleluya, o tracto en Cuaresma), el canto de ofertorio (offertorium) y el canto de la comunión (communio), así como la secuencia para los días en que se prevé. También contiene una selección de los himnos más famosos.
Su última versión es de 1974, en la que se atiende a la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II. Como el Concilio pidió que “se prepare una edición que contenga modos más sencillos, para uso de las iglesias menores” (SC 117), se editó una versión simplificada llamada Gradual Simple (Graduale Simplex).
La Instrucción General del Misal Romano establece que como canto de entrada se emplee el introito del Gradual (n. 48), que en el ofertorio se cante el offertorum del Gradual (n. 74) y que en la comunión se interprete la antífona del Gradual (n. 87), como primera opción. Aunque, en los tres casos, abre la posibilidad de que se sustituyan por otros cantos cuyos textos hayan sido aprobados por las conferencias episcopales.
El Misal, asimismo, permite que en vez del texto del salmo responsorial que establece el Leccionario se use el responsorio gradual del Gradual (IGMR 61), y que los versos del aleluya se tomen del Leccionario o del Gradual, y que en Cuaresma se sustituya el versículo antes del evangelio por el tracto (IGMR 62).
EL ORDINARIO DE LA MISA: EL KYRIALE
En la Misa hay unas partes que no cambian, denominadas ordinario, y unas partes que cambian cada día de acuerdo al calendario litúrgico, llamadas propio.
En el ordinario deben distinguirse las partes que cantan todos y las partes que solo canta el sacerdote. Las partes que todos pueden cantar son el Kyrie (Señor ten piedad), el Gloria, el Credo, el Sanctus (Santo) y el Agnus Dei (Cordero de Dios).
Las partes de la Misa que todos cantan, desde el punto de vista musical se llaman Misa. Una Misa es, pues, un género musical sacro que incluye todas las partes del ordinario no reservadas al sacerdote celebrante.
A lo largo de la historia se han compuesto muchas Misas. Las hay en canto gregoriano, en polifonía. Los grandes autores han compuesto Misas, como Mozart, Beethoven, etc. Actualmente se siguen componiendo Misas, tanto en latín como en las lenguas vernáculas.
Como expuso el Concilio Vaticano II, el canto gregoriano es el propio de la liturgia romana, aunque los demás géneros de música sacra, y en particular la polifonía, de ninguna manera han de excluirse (SC 116).
Las Misas compuestas para este género fueron compiladas y organizadas por los monjes Abadía de Solesmes, en un libro llamado Kyriale.
En el Kyriale se contienen 18 Misas que contienen Kyrie, Gloria (salvo las de Cuaresma y Adviento), Sanctus y Agnus Dei, además de seis credos y otros cantos para determinados ritos, como el Asperjes, para la aspersión del agua. Algunas de las Misas tienen un nombre y otras no y sólo se les conoce por su número. En cada una se indica para qué tipo de celebración ha de emplearse.
Para el tiempo de pascua está la Lux et origo (I); para los domingos de Adviento y Cuaresma, la Misa XVII; para las ferias de Navidad la Dominator Deus (XV); para las ferias de Adviento y Cuaresma, la Deus Genitor alme (XXIII); para los domingos de Tiempo Ordinario, la Orbis factor (XI); y para las ferias del Tiempo Ordinario, la Misa XVI.
Para la solemnidades está la Misa Kyrie fons bonitatis (II) y la Kyrie Deus sempiterne (III); para fiestas y solemnidades marianas, la Cum jubilo (IX) y la Alme Pater (IX); para las fiestas de los apóstoles la Cunctipotens Genitor Deus (IV); para las fiestas, la Kyrie magnae Deus potentiae (V), la Kyrie Rex Genitor (VI), la Kyrie Rex splendens (VII), la de Angelis (VIII); para memorias la Pater cuncta (XII), Stelliferi Conditor orbis (XIII), Iesu Redemptor (XIV). Además está la pro defunctis, para las Misas de difuntos.
El contendio del Kyriale es el siguiente:
- Asperges me
- Vidi aquam
- Misa I: Lux et origo
- Misa II: Kyrie fons bonitatis (para solemnidades)
- Misa III: Kyrie Deus sempiterne (para solemnidades)
- Misa IV: Cunctipotens Genitor Deus (para fiesta de los apóstoles)
- Misa V: Kyrie magnae Deus potentiae (para fiestas)
- Misa VI: Kyrie Rex Genitor (para fiestas)
- Misa VII: Kyrie Rex splendens (para fiestas)
- Misa VIII: de Angelis (para fiestas)
- Misa IX: Cum jubilo (para solemnidades Marianas y fiestas)
- Misa X: Alme Pater (para solemnidades Marianas y memorias)
- Misa XI: Orbis factor (para domingos)
- Misa XII: Pater cuncta (para memorias)
- Misa XIII: Stelliferi Conditor orbis (para memorias)
- Misa XIV: Jesu Redemptor (para memorias)
- Misa XV: Dominator Deus (para ferias el tiempo de Navidad)
- Misa XVI (para ferias)
- Misa XVII (para domingos de adviento y cuaresma)
- Misa XVIII: Deus Genitor alme (para ferias de Adviento y Cuaresma, misa de Vigilia y otros) Credo I–VI Cantus ad libitum Kyrie (I–XI) Gloria (I–IV) Sanctus (I–III) Agnus Dei (I–II)
- Cantus ad libitum
- Kyrie (I–XI)
- Gloria (I–IV)
- Sanctus (I–III)
- Agnus Dei (I–II)
- Missa pro defunctis (para las Misas de difuntos)