Días pasados, visitó el Real Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna el teniente generaljefe de la Zona Militar de Canarias, Vicente Ripoll Valls, con motivo de su despedida de la guarnición. Después de orar, y hacer su distinguida esposa una ofrenda floral a los pies del altar mayor, estampó su firma en el Libro de Oro de la Venerable Esclavitud. Acto seguido, y tras de departir ampliamente con el presidente y los miembros de la Junta Gestora de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud, compartió una copa de vino español. El ilustre militar, que deja una gran huella en Canarias y particularmente en Tenerife, es esclavo de la entrañable institución tricentenaria, a la cual seguirá perteneciendo.