En 1958 se redactó el anteproyecto de una nueva construcción con carácter de basílica para el Cristo
La obra contemplaba tres naves con crucero, formado por el altar mayor y capillas laterales
En el año 1958 se redactó un anteproyecto para construir un nuevo santuario para el Cristo de La Laguna, obra que, aunque promovida por la Esclavitud, no prosperó, quedando como un recuerdo del acontecer histórico-religioso de Aguere que hoy rescatamos.
El proyecto, según consta en su memoria, «responde al ferviente anhelo de la devoción insular tan generalizada hacia el Cristo, y, muy especialmente, de su Pontificia, Real y Venerable Esclavitud, de proporcionar un recinto digno y capaz de acoger con el rango y extensión debida al culto y veneración de que es objeto la prestigiosa imagen».
Aunque en un primer momento se pensó también en la ampliación del actual templo o edificación de uno nuevo en otro solar, se optó por utilizar la superficie de que se disponía, incluyendo la extensión de terreno ocupada por el cuartel de Artillería.
Corno si de una basílica se tratara, todos coincidieron en que lo mejor sería la construcción de un santuario con tres naves con crucero, formado por el altar mayor y capillas laterales, sacris-tía, claustro cubierto con servicios, jardín y torre. Los espacios que formaran las columnas unidas por arcos superiores de cada una de las tres naves debían cerrar con bóveda de arista en el interior de la iglesia.
La obra contemplaba que la sacristía y el claustro cubierto ocuparan la mitad de la actual capilla, debiéndose conservar el resto en el mismo estado en que se encuentra, con la doble finalidad de mantener el culto al Cristo durante la ejecución de los trabajos y poder destinarlo, una vez trasladado al nuevo santuario, al de San Miguel de las Victorias, a cuyo efecto debían preservarse sin modificación alguna la entrada principal, cancela, fachada, torre y espadaña.
Al nuevo santuario se le pretendía dar una orientación sur-norte, desarrollando su trazado en sentido geométricamente normal a la pared lateral que limita en sentido longitudinal la actual capilla con la galería del patio central del cuartel.
La inversión prevista para ejecutar el santuario del Cristo fue de cuatro millones de pesetas, referido a una obra de 1.684 metros cuadrados, con inclusión de residencia de los franciscanos.