Presentado el cartel y el programa de las fiestas del Santísimo Cristo de La Laguna. ODISUR. 04.09.2013
Un descendimiento sin hiedra. La Opinión de Tenerife. 10.09.2013
El Cristo pasa por primera vez en 90 años bajo un pórtico sin las enredaderas
Se trata de una fiesta para celebrar la fe y la devoción por el santo que los laguneros siguen a rajatabla y pasan de generación en generación. "Venir a ver al Cristo es lo mejor que nos ha pasado en la vida", afirmaba Candelaria Arvelo Delgado con lágrimas en los ojos después de participar en el tradicional besapié al Cristo. Esta lagunera y su hermana, María del Cristo Arvelo Delgado, estaban emocionadas, ya que habían acudido porque la segunda está enferma y le había hecho una promesa a la imagen más venerada por los laguneros. Mientras, Carla María Díaz recalca que "soy devota del Cristo desde pequeña porque me viene de familia".
El Santuario del Cristo fue escenario ayer de uno de los actos más importantes que realiza la Esclavitud con motivo de las fiestas en honor a su patrón: la ceremonia de descendimiento y el besapié. Desde las 09:30 horas ya podía verse gente cogiendo sitio en el interior del templo para asistir a la ceremonia, presidida por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez. Con el repique de campanas que anunciaba la misa ya apenas cabía gente en los bancos y quizás por la experiencia de años anteriores, hubo quien llevaba su propia butaca para no tener que permanecer de pie las casi dos horas que pasaron hasta que comenzó la ceremonia del descendimiento.
Durante la eucaristía, el obispo hizo especial hincapié en que sus fieles "vivan como si fueran Cristo". Bernardo Álvarez citó una frase que usó el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, en el pregón de las fiestas el pasado jueves, "Doménech dijo que es más fácil defender las ideas que vivirlas. Yo digo que es más fácil pensar en el discurso de Cristo que vivir como él". Por este motivo, "hay que hacer nuestro el pensamiento y el sentimiento de Cristo y no solo decirlo". "El cristiano debe tener tres características básicas: pensar, sentir y actuar como Cristo", aseveró Álvarez.
El momento más especial para los esclavos fue cuando se les impuso la medalla a los seis nuevos componentes: Juan Antonio Bello González, Juan Ignacio Perdomo Suárez, Luis Javier Díaz Yuna, Luis Felipe Toral Martínez, José Antonio Hernández Marichal y Carlos González Falero pidieron "recibir la medalla de la Esclavitud como signo de nuestra especial pertenencia al señor y con el propósito de extender el culto al Santísimo de La Laguna".
Tras su petición, y con la imposición de la medalla por parte del obispo, los nuevos esclavos "pasaron a prestar un mejor servicio a Cristo y a su iglesia", tal y como afirmó Álvarez.
El rector del Santuario, Carlos González Quintero, al igual que hiciera Bernardo Álvarez durante la eucaristía por su octavo aniversario, hizo una llamada a la paz. "Nos unimos a la oración del Papa Francisco por la paz de todas partes de la tierra. La paz es un don demasiado precioso que debe ser promovido y tutelado".
Juan Francisco Lugo Carreño, Esteban Vera Barroso, Jesús Manuel Gil Agüín y Daniel Jesús González Acosta fueron los cuatro sacerdotes que realizaron el acto más solemne de la mañana. Con sumo cuidado, descolgaron al Cristo del altar mayor para ubicarlo en la mesa-altar sobre cojines rojos y, así, poder proceder al tradicional besapié, en el que participaron, además de los esclavos y las autoridades presentes, cientos de fieles que aguardaban su turno en el templo.
Al inicio de la procesión del traslado, el Cristo paró unos minutos bajo los arcos de la entrada al Santuario, en señal de agradecimiento a todas las personas y entidades que han hecho posible la restauración del pórtico, que se ha devuelto al mismo estado que tenía en 1755. Rosa Hernández, que suele participar en los actos de la festividad del Cristo, mantenía que "el año pasado parecía que estaba abandonado, porque solo se veían las raíces".
Como cada 9 de septiembre, la procesión partió desde la Plaza del Cristo y recorrió las calles Viana, Cabrera Pinto, Tabares de Cala, Las Cruces, Juan de Vera y Obispo Rey Redondo (antigua calle Carrera), hasta la Iglesia de La Concepción (actual sede catedralicia), donde se realizará el quinario y permanecerá el Santo hasta el día 14, cuando se realice la procesión de retorno. Pero antes de llegar a su destino, en concreto en las puertas del Orfeón La Paz, el coro de cámara Ainur, de Gran Canaria, interpretó una obra para el Cristo.