Mons. Damián Iguacen Borau cumple este miércoles 12 de febrero, 104 años. Le felicitamos desde el departamento de comunicación de la Diócesis Nivariense y desde la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna.
Obispo emérito de Tenerife, es el prelado de más edad de España y uno de los más longevos de toda la Iglesia Católica. Actualmente reside en Huesca, donde se formó como sacerdote.
D. Damián nació en Fuencalderas, provincia de Zaragoza, en 1916 y ha sido obispo de Barbastro, de Teruel y de Tenerife. Fue ordenado sacerdote del presbiterio de Huesca por Monseñor Lino Rodrigo Ruesca el 7 de junio de 1941. Fue párroco en diversas parroquias en la diócesis de Huesca, de 1941 a 1944. Sus primeros pasos sacerdotales los dio en Ibieca, Aguas, Liesa, Panzano y Santa Cilia, en la zona de Úrbez, en Torla, Fragen, Víu. Trabajó como vicerrector del Seminario de Huesca, de 1944 a 1948. Fue consiliario de Jóvenes y Mujeres de Acción Católica entre 1950 y 1969 y párroco de san Lorenzo de Huesca, entre 1955 y 1969.
Ha dedicado gran parte de su vida a impartir ejercicios espirituales en la península y las islas, en Cuba, Argentina, Brasil, Italia y Francia. Además, ha impulsado y promovido muchas iniciativas en ámbitos como la educación prematrimonial, la juventud, los enfermos, o el patrimonio cultural de la Iglesia.
Fue párroco en diversas parroquias en la diócesis de Huesca, de 1941 a 1944. En 1969 recibió el encargo de administrador apostólico de Huesca, y fue nombrado obispo de Barbastro, el 11 de octubre de 1970, hasta que en 1974 fue llamado a la diócesis de Teruel. En 1984, fue nombrado obispo de Tenerife, diócesis a la que sirvió hasta el 12 de junio de 1991, cuando la Santa Sede aceptó su renuncia y pasó a ser obispo emérito. En la Conferencia Episcopal Española perteneció a la Comisión Episcopal de Liturgia, de 1972 a 1981. De 1984 a 1993 presidió la Comisión de Patrimonio Cultural. Entre 1975 y 1978, formó parte de la Comisión para la Vida Religiosa y volvió a formar parte de la misma de 1981 a 1984.
Como escribiera con ocasión de su centenario el obispo Álvarez: «Era yo párroco de Tazacorte y la víspera de San Miguel, el 28 de Septiembre de 1984, participé en la Catedral de La Laguna en la celebración de entrada de don Damián como obispo de nuestra Diócesis Nivariense. Unos días después, en su visita al Arciprestazgo de Los Llanos de Aridane, le escuché por primera vez aquello de: por ser obispo, ustedes me dicen «excelentísimo y reverendísimo», pero yo sólo seré «excelentísimo señor» si soy un excelente cristiano. Era su tarjeta de presentación y un aviso para todos. Detrás de este pensamiento, está la personalidad de quien tiene como lema episcopal «El último de todos y el servidor de todos».
Desde esa fecha de llegada a nuestra diócesis, hasta su despedida en julio de 1991, y aún después en su tiempo de obispo emérito, quienes le hemos conocido y tratado, podemos decir con satisfacción y orgullo que «disfrutamos de don Damián». Sí, todos los diocesanos de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro disfrutamos con nuestro obispo Damián. Disfrutamos de su estilo de vida humilde y austero, marcado por la cercanía y trato personal con todos. Disfrutamos de sus palabras sencillas y, a la vez, directas, profundas y estimulantes».
Nivariense Digital