En el año de 1947, en el mes de septiembre y en las Fiestas en honor al Stmo. Cristo de La Laguna, la Ciuda de La Laguna, ciudad episcopal, donde reside la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, acontenció un acto hisórico, LA CONSAGRACIÓN EPISCOPAL DEL DR. DON DOMINGO PÉREZ CÁCERES.

En el programa de actos de las fiestas en honor del Stmo. Cristo de La Laguna, recoge lo siguiente:

La Ciudad de San Cristóbal de La Laguna, con su clásica visión de seriedad de espíritu y de ambiente intelectual y recogido, abre en este mes de Septiembre los arcones vetustos de sus recuerdos, olientes a españolismo y a terruño, para mostrar a sus visitantes las joyas de sus templos, la maravilla de sus iconos, la leyenda sutil de sus tradiciones, los pergaminos de sus noblezas, la estampa señorial de sus monumentos, los trajes elegantes de su educación y los libros fecundos de su grandeza.

La Ciudad, dormida en el sopor perfumado de sus campos maravillosos, en el alegre voltear de las campanas y en la algarabía bulliciosa de los estudiantes, se, despierta en volcanes de lirismo al contacto del atrayente y sugestivo gotear de la sangre del Santísimo Cristo de La Laguna. Toda la ciudad es en las fiestas septembrinas un templo grandioso—sus montes, las columnas; sus lámparas de oro, la policromía grandiosa de la "Entrada"; sus alfombras, el verdor matizado de sus campos; sus fieles, todos los laguneros—en el que se canta, se reza y se llora. Y cuando, en la tarde del 14 de Septiembre, la gloria jadeante del Cristo recorta su silueta en el mar hu-mano que le aplaude, el volcán hirviente de luces del "Risco" es el chasquido ingente de una armonía bro-tada al contacto de un amor. Y es la Ciudad de La Laguna la sede episcopal d.a. Tenerife. Enmarcada en las fiestas en honor del Santísimo Cristo, la Sede tinerfeña vibra en este año con un esplendor apoteósico y triunfal. Por primera vez en su historia asistirá, recogida y absorta, ator-mentada por el peso abrumador de lo sublime y lo divino, a la ceremonia de la consagración episcopal de un sacerdote isleño, el Excmo. Sr. Dr. D. Domingo Pérez Cáceres, preconizado Obispo de esta Diócesis. El que hasta ahora ha sido el Deán de su Santa Iglesia Catedral, el sacerdote hidalgo, con la hidal-guía de la caridad cristiana, el que ha pasado por sus calles derramando la sonrisa del afecto y la cica-triz de la llaga, será investido de la altísima dignidad episcopal de esta Diócesis, ante la imagen del Santísimo Cristo, en su Catedral.

Por eso, la Ciudad de San Cristóbal de La Laguna abre en este mes de Septiembre los arcones de su ejecutoria de nobleza y dignidad espiritual, con alegría alborozada, para guardar junto a sus mejores recuerdos el de las fiestas del año 1947. 

Los actos fueron los siguientes:

Lunes, dia 15

A las 10 de la noche, PREGÓN anunciador de los actos con que la Ciudad celebrará la primera Consagración Episcopal en Tenerife de un hijo ilustre del pais. Partiendo la cabalgata, a la antigua usansa, desde las casas consistoriales, recorrerá las principales calles de la localidad.

Martes,día 16

a las 5 de la tarde HOMENAJE DE LA CIUDAD AL NUEVO OBISPO DE TENERIFE, haciéndose entrega en su palacio al doctor D. Domingo Pérez Cáceres, por la Excma. Corporación Municipal en pleno, del pergamino nombrándolo hijo adoptiovo de La Laguna.

Seguidamente, descubrimiento de la lápida que da nombre "OBISPO PÉREZ CÁCERES"  a una de las vias de la localidad.

Jueves, día 18

A las 6 de la mañana, iniciación de GRAN DIA MARIANO en acción de gracias por la exaltación de un hijo del pais a la SIlla Episcopal Nivariense, a cuyo efecto, simultaneamente saldrá de cada iglesia devoto ROSARIO DE LA AURORA con los respectivos cleros, hermandades y cofradias, acompñando los diversos ymuy ricos tronos en que se veneran las distintas advocaciones de laSantísima Virgen, hasta la Parroquia de Ntra. Sra. de la COncepción, Matriz de las de la Diócesis desde 1497, y en cuyo templo, primero que despueés de la conquista de Tenerifefue dedicado por el Adelantado D. Alonso Fernandez de Lugo a una advocación de la Virgen, habrán de terminar las procesiones.

Se concentrarán allí los tronos de la Candelaria y Santa María de Gracia, del iglesia de Santo Domingo; el Rosario y la Virgen Difunta, del convento de las Catalinas; el Corazón de María, del convento de Clarisas; la Virgen de la Correa, de la iglesia de San Agustín; los Remedios y el Carmen, de la Catedral, y la Purísima y la Dolorosa, de la Iglesia de la Concepción.

A las 10 de la noche, MAGNA PROCESIÓN MARIANA DE LAS CANDELAS, con todas las imágenes de la Virgen, acompañadas de sus respectivos cleros y hermandades.

Sanldrá de la iglesia de la Concepción y por la plaza de igual nombre, y calles de Ascanio y Nieves, San Agustín y Nava y Grimón se dirirgirá a la plaza del Adelantado, esperándose que los fieles porten duirante el trayecto candelas encendidas.

Desde los balcones del Palacio Episcopal presenciarán el devoto desfiles el Obispo Preconizado de Tenerife y otros Ilustrísimos Prelados, y al llegar la brillante procesión a la plaza del adelantado, palabras de un elocuente orador sagrado, y seguidamente GRAN SALVE siguiendo alli procesionalmente cada imagen a su templo respectivo.

Viernes, día 19

A las 10 de la mañana, en la plaza de San Cristóbal, RECIBIMIENTO DE LA CIUDAD a los Excelentísimos y Reverendísimos Señores Nuncio de S.S., Monseñor Cicognani, y Obispo de Córdoba y de Gran Canaria, DOcotres González Men´´endez-Reigada y Pildain.

Se dirigirán con las autoridades y pueblo a la Santa Iglesia Catedral, donde se cantará  SOLEMNE TE-DEUM. Seguidamente, traslados de los prelados al Palacio Episcopal, RECEPCIÓN de autoridades y pueblo, saludando al Representante de S.S. en España.

A las 7 de la noche, PROCESIÓN DE TRASLADO DEL SANTÍSIMO CRISTO  a la Santa Iglesia Catedral, donde ante su sagrada imagen y las de San Pedro Apóstol y NTra. Sra. de los Remedios, de especila veneración del Obispo Electo de Tenerife, han de efectuarse las suntuosas ceremonias de su Consagración Episcopal.

Al llegar la procesión al Templo catedral, continuación de los cultos del Octavario y SOLEMNE TRIDUO que predicará el canónigo Magistral de las Plamas de Gran Canarias, M.I. Sr. D. Juan Alonso Vega.

Sábado, día 20

A las 9 y media de la noche, recorrido por algunas calles de la Ciudad de GRAN RONDALLA TIPICA y nutridas agrupaciones de damas y caballeros ataviados con trajes del pais, quienes frente al Palacio EPiscopal obsequiarán a Su Ilustrísima y demas Prelados que sean su huéspedes con HOMENAJE POPULAR CANARIO haciendo exhibición de danzas típicas y ejecutando aires isleños, ofrenda al pueblo a su popularmente muy querido Prelado.

Domingo, día 21, CONSAGRACIÓN EPISCOPAL DEL DR. PÉREZ CÁCERES.

Al toque del alba, todas las iglesias de la Diócesis Nivariense echarán al vuelo sus campanas como anuncio de los actos extraordinarios que este día han de celebrarse en su Capital, la Muy Noble y Leal Ciudad de San Cristóbal de La Laguna.

Durante la mañana recorrerá las calles de la Ciudad bandas de Música de los distintos pueblos de la Dióceisis.

A las 7 y media, en la plaza de San Cristóbal, RECIBIMIENTO A LA VENERADA IMAGENDE SAN PEDRO APOSTOL , Patrono de la Villa de Güimar, cuna del Obispo de Tenerife, y la que en brillante procesión será trasladado a la Santa Iglesia Catedral.

A las 9,15 saldrá del Palacio Episcopal la COMITIVA DE LA CONSAGRACIÓN integrada por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Doctor D. Gaetano Cicognaní, Arzobispo de Ancyra y Nuncio Apostólico rn España; y los Excmos. y Rvdmnos. Sres.Dr. Fray ALbino González yMenendez-Reigada, Obispo de Córdoba; Dr. D. Antonio Pidain y zapiain, Obispo de Canarias, y Dr. D. Domingo Pérez Cáceres, Preconizado Obispo de Tenrife, con sus séquitos, dirigiéndose a la Santa Iglesia Catedral, en la que a las 9 y media se celebrará la SAGRADA CEREMONIA DE LA CONSAGRACIÓN EPISCOPAL del Ilustre tinerfeño Dr. D. Domingo Pérez Cáceres, quien será Consagrado por el Rvdmo. Sr. Arzobispo de Ancyra, asistido de los Rvdos Sres. Obispos de Córdoba y Canarias.

Serán padrinos del consagrado los Excmos. Sres. D. Blas Pérez González, Ministro de la Gobernación; D. Francisco García-Escámez e Iniesta, Capitán General de Canarias y D. Fernando Beautell Meleéndez, siendo madrina Dª María de las Mercedes Rodriguez Salazar de Beautell, presidenta del Consejo Diocesano de Mujeres de Acción Católica.

Concurrirán a esta grandísima ceremonia todas las autoridades de la Diócesis; cleros parroquiales y asociaciones religiosas corporaciones municipales de Tenerife, Palma, Gomera y Hierro y representaciones y entidades diversas.

Terminada la sagrada ceremonia, por vez primera celebrada en la Diócesis, regreso al Palacio Episcopal de Su Ilustrísima. EL OBISPO CONSAGRADO DE TENERIFE DR. D. DOMINGO PÉREZ CÁCERES bendiciendo al pueblo a su paso por las calles expresamente adornadas de la Ciudad, mientras nutridos coros entonarán cantos triunfales y S. I. será saludado con extraordinaria suleta de palomas y luvias de flores.

A las 9 de la noche, cultos del Octavario en la S. I. Catedral, con sermon del Magistral de Las Palmas.

Seguidamente, PROCESIÓN DEL SANTISIMO CRISTO DE LA LAGUNA por las calles de Obispo Rey Redondo, Ascanio y Nieves, San Agustín y Tabares de Cala.

Al descansar el Señor en la plaza de la Concepción, los FUEGOS DE LA TORRE igual a los de la noche del día 14, y al en-trar la procesión en la plaza de San Francisco, FUEGOS DEL RISCO corno el día principal de las fiestas. Al descansar el Santísimo Cristo en el templete central de la plaza, grandiosa y emocionante ENTRADA igual a la del día 14, con derroche de fuegos artificiales hasta la llegada de la venerada y milagrosa Imagen a su real santuario rematando el magno y obrecogedor acto los FUEGOS DEL TEMPLETE.

Lunes, día 22

A las 9 y media de la mañana, desde el santo Templo Catedral PROCESIÓN DE SAN PEDRO APOSTOL hasta la histórica Cruz de Piedra, con acompañamiento de cleros parroquiales con cruz alzada, hermandades con sus estandartes, y autoridades de Guimar y La Laguna, retornando la venerada imagen a la Villa de Güimar.

 Ala 7 de la tarde GRAN FIESTA DE ARTE en homenaje al Obispo consagrado de Tenerife, organizada por el Orfeón "La Paz"  en el Teatro Leal.

Ceremonial de la Consagración

SE disponen dos altares, el principal para el consagrante y el otro, al lado de la Epístola, para el Electo, con una Cruz y dos o cuatro cirios. Al acudir a la Iglesia los Sres. Obispos, yendo el Electo vestido con los capisayos episcopales, se dirigen al altar del Santísimo Sacramento y luego al Altar Mayor.

Revestidos todos con sus ornamentos, el Consagrante ocupa el faldistorio, o silla sin respaldo, mirando al pueblo, leyendo su Notario el mandato pontificio. Seguidamente el Electo, arrodillado ante el Consagrante, pronuncia el juramento de fidelidad y obediencia a la Santa Sede.

A continuación comienza el examen del Electo por el Consagrante, levantándose el primero y descubriéndose a cada respuesta. Verificado éste los Asistentes conducen al Electo ante el Consagrante, a cuyos pies se arrodilla y le be.sa la mano. Comienza la Misa el Consagrante, teniendo a su izquierda' al Electo.

Los capellanes del Electo le quitan la capa pluvial, poniéndole la cruz pectoral, que trae en una bandeja el padrino de consagración, le descruzan la stola, poniéndole la tunicela, dalmática, casulla y manípulo.

Continúan Consagrante y Electo la Misa y des­pués de una invitación al pueblo para rogar por el Electo, éste va a postrarse, con el rostro en tierra, al lado del Evangelio y el Consagrante y sus Asistentes, de rodillas y con mitra, permanecen en esta dispo­sición mientras los cantores entonan las Letanías.

Se aproxima el momento más solemne de la Consagración. Terminadas las Letanías y arrodilla­do el Electo a los pies del Consagrante, éste pone el libro de los Evangelios abierto sobre el cuello y es­paldas del Electo, con las cubiertas para arriba. El Consagrante y los Asistentes imponen juntas ambas manos sobre la cabeza del Electo, tocándosela y di­ciendo "Accipe Spiritum Sanctum" y recitada una oración, es el momento en que el Electo recibe en su alma la gracia propia del supremo sacerdocio.

Comienza el Prefacio y al terminar su primera parte un Capellán pone al Electo una venda alrede­dor de la cabeza y se la ata. Todos se arrodillan y el Consagrante entona el himno del Espíritu Santo, continuándolo el coro. Luego el Consagrante le pone la mitra y unge al Electo con el Santo Crisma.

El Consagrante entona la antífona Ungüentum y el coro el Salmo 132. Ponen al cuello del nuevo Obispo la segunda venda y éste presenta al Consa­grante juntas sus manos, para que Ie sean ungidas con el Santo Crisma, poniéndole la derecha sobre la izquierda, dentro de la venda que cuelga del cuello. Seguidamente es bendecido el báculo, que entrega al Consagrado, e igualmente el anillo.

El Consagrante toma los Evangelios de la espalda del Consagrado, al que se los entrega. El nuevo Obispo vuelve a su altar entre los dos Asistentes. Allí sus capellanes le enjugan la cabeza, le quitan las vendas y con un peine le arreglan el cabello. Se lava las manos, volviéndose a poner el anillo. Prosigue la Misa, cantándose el Evangelio.

Después de leído el Ofertorio el Consagrado se acerca al Consagrante, llevándole sus ofrendas, que son: dos cirios encendidos; dos panes, uno dorado y otro plateado y dos barriles pequeños, uno dorado y otro plateado, llenos de vino, con los escudos de armas del Consagrante y el Consagrado, ofreciéndose las de rodillas.

Continúa la Misa y sólo el Consagrante da la bendición al pueblo. Luego de la bendición, el Consagrante sentado en el faldistorio bendice la mitra, estando de rodillas el Consagrado, al que se la pone. Bendecidos los guantes se los pone el Consagrante y tomándole de la mano lo hace sentar en el trono, en-tonándose el Te Deum. Es la entronización. Seguidamente el Consagrado, en medio de los dos Asistentes, da la vuelta a la iglesia, bendiciendo al pueblo. Concluido el Himno el Consagrante entona la antífona Firmetur y luego el Consagrado da la bendición cantada, al estilo de los Obispos. Termina la Misa.